APOROFOBIA: reflexiones personales

Cuando era joven solía salir en una plaza. Probablemente como muchos jóvenes y adolescentes. En la plaza donde yo solía ir se reunían varias tribu urbanas. Os estoy hablando del 1997, más o menos y de una isla de Italia, Cerdeña. En esa plaza convivíamos punkis, metaleros, rockabillys (todas etiquetas como podéis notar) y de vez en cuando pasaba algún que otro drogadicto para pedir monedas y algún sin techo para pedirnos un trago de bebida.  No nos molestaban, a nosotros los que nos molestaban eran los nazis. Esos también de vez en cuando pasaban a molestarnos, y ellos NO, no eran bienvenidos, ni de lejos.
A los demás los ayudábamos si podíamos. También estaban " los locos" puesto que cerca de aquella plaza había cerrado un manicomio, o abierto sus puertas, nunca me quedó muy claro.
Convivíamos todos en armonía, los punkis, los metaleros, los rokabillys, los sin techos y los locos. Cada uno eramos locos a nuestra manera. Los drogadictos solo pasaban a pedir dinero y se sentaban luego en su "rincón de mundo aislados en su viaje". Ellos no nos molestaban y nosotros no nos le molestábamos.
En especial entablamos relación de amistad con un grupo de polacos, eran todos sin techo que eran "capitaneados" por un ruso, Adam. Adam no era su hombre real, decía que le buscaba la Interpool, que había estado en la cárcel de Siberia y otras historias que cogíamos con " las pinzas" pero nos entreteníamos escuchándolas. Más adelante me monté mil películas sobre este personaje en especial, un día me dijo que en cuanto descubriría su nombre se iría y no volvería y como le tuve que ayudar con una importante llamada telefónica lo descubrí, se fue luego sin mirar atrás.
A los polacos les traíamos comida. Un día se fueron ellos también no sin hacerme vivir un susto de muerte, mientras les daba de comer uno tuvo un ataque de abstinencia de alcohol, un ataque epiléptico, llamé una ambulancia, desde una cabina telefónica, subí con él para hacer de traductora aunque no hablaba polaco, pero el caso es que él y yo, no se porque nos entendíamos, luego le ingresaron en un hospital, le lavaron, mejoró y volvió a su país a casa de sus padres.
No eramos santos, bebíamos, hacíamos ruido, escupíamos en el suelo, de vez en cuando se meaba en la calle, pero no increpábamos, ni insultábamos a nadie, ninguna de todas las personas que conocíamos se metía con nadie, ni por como era físicamente, ni porque se drogaba, ni porque estaba loco, ni mucho menos si eran pobres, vagabundos o sin techo. Había quien ayudaba, o quien sencillamente pasaba de los demás.
Creo que cada uno de nosotros tuvimos nuestras carencias y problemas de la edad. También podíamos ser “carne de insulto” sobre todo los punkis. Pero no pasó nunca nada grave.
El odio es algo muy grave, quizás sencillamente nosotros no odiábamos a nadie. Ni al extranjero, ni al pobre, ni al loco, ni al diferente. Esa era nuestra normalidad.

Sabíamos de gente que insultaba a vagabundos o a borrachos, pero delante de nosotros no lo hubiéramos permitido nunca, pero no puedes estar en todos los sitios y tampoco eramos ni Superman ni ningun héroe que defendía la ciudad.
Nosotros los que no queriamos eran los fascistas, los razistas, los clasistas.

No se si el mundo de antes era mejor de lo de ahora, pero conforme pasa el tiempo se que se tiende a defender al verdugo y acusar a la victima. La victima siempre “podría haber hecho algo para provocar al verdugo que seguramente tiene un pasado trágico y por eso se porta así”.
Los abusados abusan, los maltratados maltratan, hasta el punto a veces de matar.
Me parece bien que se estudien las causas de los fenómenos delictivos y que se intente comprender como el cerebro humano reacciona al abuso y a veces, poder con eso explicar porque una persona reacciona de una manera agresiva.
Pero no todos reaccionan de la misma manera. No todos los abusados abusan, no todos los maltratados maltratan, no todos los heridos por la vida matan, la vida hiere, las personas cometen errores, pero siempre he pensado que matar a alguien no puede y no debe ser considerado un error. Matar a una persona no se justifica con nada, solo se pueden entender los entresijos psicológicos, eso sí.

La injusticia social siempre me ha dolido, algunas cosas son muy difíciles de explicar, hay grupos de psicólogos, doctores, psiquiatras y especialistas que analizan el comportamiento humano y todavía no sabemos el por qué de lo que nos rodea, por qué la gente insulta a los demás, por qué odia a esto a a aquello, ¿por qué mata?
Es bueno hacerse preguntas, buscar respuestas, es bueno reflexionar sobre los casos que salen en la prensa con espíritu critico buscando cuanta más información posible para entender que pasa en el mundo, que pasa en la mente humana, que pasa en nuestra sociedad, porque la sociedad es el núcleo, tiene respuestas y culpas, todo lo malo de esta nuestra sociedad es producto de la misma.
Todo gira alrededor del dinero, del poder, para un numero pequeño de personas, los demás nos estamos matando e insultando el uno al otro, nos pisamos los talones en mierdas de trabajos donde intentamos ascender para ganar dos euros de más que no nos sirven de nada, porque el pobre con dos euros de más, pobre se queda. Vivimos en una “esclavitud de horarios continuados” volvemos a casa muertos de cansancio, pensando hemos cumplido, que tenemos lo suficiente para pagar lo que nos permite vivir para seguir trabajando y pagando, y así un circulo vicioso que llega a un edad donde somos viejos y cansados y tenemos todavía edad para trabajar según que gobierno gobierne, se aumenta o e rebaja la edad de jubilación, ahora nunca eres viejo, ni con 90 años. Y quien consigue llegar a la edad de la jubilación con todo cotizado tiene algo para vivir y se aburre porque en su vida no ha hecho otra cosa que trabajar y no sabe vivir disfrutando la vida.

Otros, como mi padre y mi suegra llegan a la edad de la jubilación y se muere de un cáncer, así que la vida no es justa, no, pero no vamos matando a gente por allí.
Aporofobia, miedo, rechazo al pobre.... rechazamos al pobre porque el pobre es síntoma de fracaso de una sociedad , perdonadme, una sociedad de mierda, nos vemos reflejados en esos pobres y nos angustian, nos dan asco, ¿Por què? Nos da miedo acabar un día como ellos?
¿Quizás la pobreza es lo peor que le puede pasar a esta sociedad?
Yo creo que lo peor que le podía pasar a esta sociedad ya le ha pasado:

ser esclavos de un sistema económico que solo sirve para enriquecer a los ricos, siempre, pisando la dignidad y los derechos de la mayoría de los seres humanos, los que no son ni ricos ni poderosos.

Hay una película italiana, El marchese del Grillo, donde el personaje, un marqués, se sale siempre con la suya por su condición de marqués y dice una frase que siempre me ha llamado la atención,  dice: Mi dispiace, ma io so' io e voi non siete un cazzo!

frase

Lo siento, pero yo so yo y vosotros no sois nada,

( vulgarmente sería no sois una mierda)

CIN CIN!

marchese

 

Alberto Sordi, il marchese del Grillo.